La casa del Ratoncito Pérez ¿Merece la pena?

¡Oye, tienes que saber algo! En la puerta del Sol, en Madrid, ¡puedes visitar la casita del Ratoncito Pérez! Sí, sí, como lo oyes. Es uno de esos planes que, tarde o temprano, caen si vives en Madrid y tienes peques. ¿Quieres conocer más? Pues sigue leyendo.

 

¿Cómo es el museo del Ratoncito Pérez?

Hace poco os hable de este sitio en el listado de mis museos favoritos de Madrid para visitar con niños. Está dividido en dos partes. Nada más entrar, te cuentan un cuento del Ratoncito Pérez a los peques con la primera historia editada. Luego, les echan un vídeo para que se empapen bien de la historia.

Cuando acaba el vídeo, te indican cómo seguir hacia las siguientes salas, o sea, el auténtico museo. Ahí recrean la casa del Ratón Pérez a tamaño real y tienes que seguir unos puntos en el plano para descubrir todas las sorpresas. Como encontrar las puertecitas reales de la casa del ratoncito (sí, existen), ¡pero estas son más difíciles de pillar porque son de su tamaño! Ahí está lo guay.

No os puedo enseñar nada del interior porque está prohibido hacer fotos o vídeos. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga, así es más sorpresa para todos.

 

¿Dónde está esta casita mágica?

En la calle del Arenal número 8, a nada de Sol. No te creas que la verás a primera vista, porque ese número es de unas galerías. Tienes que meterte y subir al primer piso. Ahí está, te topas con ella enseguida. De todas formas, os dejo por aquí el mapa para que lo encontréis más fácilmente.

 

Precios y horarios

¿Y cuánto cuesta? Pues no es caro, 4 eurillos por persona, tanto si eres chaval como adulto. Lo único, como tienen los pases organizados, mejor reservar antes por WhatsApp en este número: 634 297 294.

 

Ojo:

Puedes ir a visitarla de martes a sábado, de 11 a 14 y de 17 a 20 horas. Los domingos y festivos no abren.

 

¿Merece la pena visitar la Casa del Ratoncito Perez?

Mira, siendo sincera, me esperaba algo un poco más grande. El recorrido dura como 30 minutos, pero eso contando que te busques todos los puntos. Es chiquitito, pero lo chulo no es el tamaño sino que es ideal para llevar a los peques cuando se les cae su primer diente. Vale la pena por la emoción y la diversión que viven ellos. Así que sí, os animo a pasaros por allí y verlo con vuestros propios ojos, pero no esperéis un plan que os vaya a durar toda la mañana ni algo muy espectacular. Y lo que os he comentado, lo recomiendo para ir con niños pequeños cuando se les cae el primer diente. Si vais con niños más mayores no les va a gustar tanto.

 

Cuando la visitéis podéis pasaros por aquí y dejar vuestra opinión a ver que os ha parecido.

 

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