Ey, ¿qué tal?! Hablando del Bosque Finlandés en Madrid, te cuento todo, ¡y más! Este lugar se ha vuelto súper popular últimamente, especialmente para quienes buscan planes al aire libre con los peques. Es una escapada genial para un fin de semana tranquilo. Vamos a ver como es.
¿Se puede hacer la ruta con niños?
¿Vale la pena ir con niños? Yo te digo que sí. Si buscas pasar un rato agradable y entretenido con los peques, es una ruta perfecta para hacerla con niños. Es cortita y hay mil cosas para mantenerlos activos. A diferencia de otras rutas aquí no solo se van a entretener con lo que encuentren por el bosque, también hay cosas para ellos que os enseñaré luego.
Cómo llegar al Bosque Finlandés
Empecemos por la ubicación: el Bosque Finlandés se encuentra en Rascafría, cerquita del Monasterio de Santa María del Paular. Si no conoces la zona, el monasterio está a unos 2 km caminando desde Rascafría. Ahora bien, te doy un consejillo: he visto a mucha gente recomendando aparcar en el pueblo y luego ir caminando hasta allí, pero con niños chiquitos, ¡2 km pueden parecer una eternidad! Mi sugerencia: ve directo al parking de las presillas. Sí, es un poco caro, 9 euros por coche sin importar cuánto tiempo estés, pero créeme, ganarás en tiempo y en cordura. Evitas el estrés de buscar estacionamiento y de caminar un buen trecho hasta el inicio de la ruta.
Una vez estacionado en el parking, el punto de partida está a unos 800 metros, sigues un camino que sale por la parte trasera. Llegarás a un cruce desde donde arranca la ruta, justo en el Puente del Perdón, frente al Monasterio. ¡Te dejo incluso el mapa para que te sitúes mejor!
Qué se puede ver en la ruta por el Bosque Finlandés
¿Y qué se puede hacer allí? Más allá de la caminata que te lleva al lago, que es como el ícono del Bosque Finlandés y el lugar perfecto para una postal, ¡hay dos cosas que vuelven locos a los niños! Primero, esas cabañas construidas alrededor del lago utilizando árboles del propio bosque. Son súper originales y a los peques les encanta explorarlas y jugar en ellas.
Más cosas que podéis hacer en los alrededores.
Pero eso no es todo. En verano, si el calor aprieta, tienes las piscinas naturales de Las Presillas para refrescarte.
Además, cerca tienes el Monasterio del Paular y el encantador pueblo de Rascafría para explorar.
¿Y si quieres más aventura? Buitrago de Lozoya está muy cerca, otro pueblo chulísimo donde se puede hacer de todo: montar a caballo, recorrer en bici o lanzarte a rutas en quads. ¿Suena bien, verdad?
¿Qué te parece? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios! Y si conoces algún otro lugar cercano que valga la pena, ¡soy todo oídos! Siempre hay nuevos rincones por descubrir y explorar.